martes, 18 de junio de 2013


MI AVENTURA Y “NO COMIDA” DEL DIA 15 DE MAYO
Os voy a contar mi aventura a modo de aquel libro de historietas cortas “para leer mientras sube el ascensor” creo que era de Noel Clarasó. Es casi tan divertida como aquellas y real como la vida misma.
Como tengo por costumbre suelo sacar con suficiente antelación los billetes de avión para asistir a la comida mensual de la Brigada (antes bimensual).

Así pues a mediados de abril era ya el feliz poseedor de sendos billetes de avión de Palma-Madrid y de Barcelona a Palma y un enlace de AVE de Madrid a Barcelona, ya que aprovecho el viaje para resolver asuntos familiares en BCN ahorrándome la incomodidad de dos vuelos a cambio de un sosegado viaje de 3 horas en el AVE.


Pocos días después recibí un cariñoso email de Chanito y otro de Cabrillo comunicándome que con motivo de la celebración de la festividad de San Isidro, excelso patrono de la muy Noble y leal Villa de Madrid se suspendía nuestra comida.

Que iba yo a hacer, fuerza mayor. Os imaginé que todos pasaríais ese día ataviados de “chulapos” bailando un chotis con vuestra ”manola” respectiva…

Me personé en la agencia de viajes de El Corte Inglés al objeto de cambiar mi vuelo de PMI-MAD por uno directo a BCN y dejar abierto el billete del AVE, pero……

Luisa, extraordinaria agente de ventas del CI, esbozando la dulce sonrisa que le caracteriza me dijo: Sr. Mas su billete es de una tarifa mini (mucha mini pero me había costado casi 140 € ida y vuelta desde BCN) y no admite cambios, ni cancelaciones. ¡Que se le iba a hacer!

Le dije: no te preocupes, Luisa doy por perdido mi billete de PMI a MAD y sácame otro para el mismo día a BCN. Inmediatamente y con su habitual diligencia y simpatía me dijo: Sr Mas me temo que si cancelamos su billete a Madrid, la Compañía cancele la vuelta de BCN-PMI por estar en la misma reserva.

Bueno, le dije, pues no canceles nada sácame un billete de PMI-BCN para el mismo día y no me presentaré al embarque de Madrid y me voy a BCN.  Mucho me temo, Sr Mas que si no embarca ese día rumbo a Madrid el sistema automáticamente le anule la vuelta. Le di las gracias por su amable atención y me resigne a viajar a Madrid el día de San Isidro sin tener nada que hacer, hasta las 18:30 que emprendería mi viaje en el  AVE a la ciudad Condal.

Pocos días después leo en la prensa que se exponía en el Centro Cultural Reina Sofía una monográfica de Dalí, posiblemente de las más importantes habidas hasta la fecha.  Mi corazón dio un brinco de alegría. ¡Uno de mis pintores favoritos y una exposición de cerca de 200 obras!, no podía tener mejor suerte…

El día 15 emprendo viaje ilusionado a Madrid, arribando a Barajas pasadas las 10:30 y como no tenía equipaje que recoger me dirigí raudo y veloz cual las centellas a tomar el Metro para Atocha, al pasar por una oficina de información turística, tuve la feliz idea, para mayor rapidez y seguridad, de solicitar si era posible sacar la entrada para la magna exposición, y cuál fue mi sorpresa cuando de dijeron: pero caballero no sabe Vd. Que hoy es San Isídro, patrono de esta Ciudad y está cerrado el Museo.

El corazón me dio un vuelco ¡Qué co.. iba a hacer yo en Madrid!. Consulté mi horario de trenes y vi que había un AVE a BCN a las 12:30 me iría en él y aprovecharía parte de la tarde en BCN hasta la noche que estaba invitado a cenar.

Tomé el Metro en la T3 poco antes de las 11 y al poco de arrancar apareció en las pantallas del vagón el consabido letrero: “próxima estación Mar de Cristal”, dentro de lo que cabe me había hecho a la idea, e iba relativamente contento por el cambio de planes que me permitiría llegar a BCN antes de lo previsto…pero…….

Pocos segundos después, y ¡viva San Isídro! Por no decir algo más fuerte, aparece en el luminoso un anuncio que rezaba: Rogamos a los Srs. pasajeros que disculpen las molestias pero a 11 horas y hasta las 16 horas iniciamos una ¡HUELGA!

A mi llegada a Nuevos Ministerios y cambiar a la línea Circular para, en Cuatro Caminos tomar la definitiva en dirección a Atocha, me encontré con los andenes de bote en bote dado que se habían concentrado los pasajeros de 6 o 7  trenes que disminuyeron su frecuencia de los 2 o 3 minutos normales a veinte o treinta de servicios mínimos.

Entré en el vagón con la marabunta que se agolpaba en el andén y cargado con una pequeña mochila y una puñetera ensaimada que pensaba llevar a la casa donde iba invitado a cenar. El ambiente en el Metro era agobiante y en Cuatro Caminos, ya en el andén para Atocha y a la vista de que el metro no llegaba, intenté salir para tomar un taxi pero, misión imposible. La marea humana me arrastró nuevamente al vagón del tren que acababa de llegar, y ahí me tenéis con un brazo en alto sosteniendo la ensaimada para que no se chafara con tanto gentío.

Por fin llego a Atocha, son en ese momento las 12:31 minuto, mi AVE acababa de salir… me dirijo rápidamente a la oficina de billetes al objeto de canjear el mío de las 18:30 por el primero que saliera. Tuve suerte, creo que la única suerte que tuve ese día; el próximo tren salía a las 13:10 y como tenía una parada más y era algo más barato la amable señorita de la taquilla me lo cajeó por uno en primera clase.

Después de tantos acaecimientos y con la tranquilidad  de tener ya la tarjeta de embarque y margen suficiente para embarcar, hice lo que hubierais hecho cualquiera, llamar a casa para contar la aventura de la que había sido protagonista y que ya me había tomado en broma.

Meto mi mano izquierda (la que llevaba la ensaimada) en el bolsillo del pantalón y…. estaba vacío, por mucho que buscaba dentro solo tocaba lo que no me debía tocar.. ¡Me habían ”soplado” en IPHONE en el Metro!  Casi me da un ataque de risa….

En el IPHONE llevaba el teléfono y la dirección de la casa de los amigos donde iba a cenar ese día, así como el del contratista con el que me tenía que entrevistar al día siguiente y el de mis encantadoras sobrinas y sus maridos con los que había quedado en invitarles a cenar al día siguiente…. Y era inútil llamar a casa a preguntar esos teléfonos pues mi mujer, Inma no los tendría seguro en su agenda o teléfono.

Situación harto embarazosa que había que resolver de algún modo… Recordé de repente que en la mochila en la que llevaba cuatro cosas de aseo, había metido el IPAD que solo suelo usar para resolver SUDOKUS y un par de cosas más, pero como tenía 3G pude enviar, antes de perder la cobertura en el AVE, un email a los amigos y sobrinas para que me enviaran sus números de móvil, cosa que hicieron de inmediato.

Después de un delicioso viaje de algo mas de tres horas y una vez en Barcelona, en una tienda Movistar bloqueé mi tarjeta robada y me hicieron un duplicado por 5 € que utilicé en un teléfono elemental que compré allí mismo, pero no a la dependienta....

Resulta que antes de entrar yo en el establecimiento estaban atendiendo a una persona que portaba unos diez o doce teléfonos móviles, con sus cajas etc y que Movistar le compraba a razón de 9 € cada uno, previa comprobación de que se encendían y tenían cada uno su cargador y con la condición que tuvieran menos de 2  o 3 años.

El proceso de comprobación era algo lento, pues alguno estaba descargado y lo enchufaban para ver si se encendía, ante tal panorama y como quiera que no estaba dispuesto a pasarme allí la tarde, observé que el cliente tenía todavía dos o tres en la mano pendientes de comprobar.

De inmediato le pregunté esos que tiene en la mano todavía, ¿Funcionan? Y me contestó: Mire Vd. este esta todavía sin estrenar. ¡ Pues yo le doy diez euros ¡.

Me alargó un Nokia bastante sencillito, nuevo de “trinca”, por supuesto sin maquina de fotos ni historias, pero por quince euros en total solucioné mi problema de comunicaciones los tres días que me quedaban en Barcelona.

El hombre me sonrió muy satisfecho con su billetito de 10 euros, pues en la tienda no le daban el dinero, se lo abonaban en cuenta para comprar otro móvil.  La dependienta sin embargo me fulminó con la mirada, pues creía que me iba a endosar un IPHONE de 600 euros.  Al final el aparatito resultó una monada porque el reloj que tiene da la información verbal y me va muy bien de despertador...

¡El que no se consuela es porque no quiere!.........

F I N