martes, 3 de abril de 2012

LIMPIEZA CORPORAL

Leo en una revista de las que acompañan a un diario, que a su vez regalan los domingos con uno de los que compro por propia voluntad, o mas bien por inercia, el siguiente titular:

"Enjabonarse todo el cuerpo a diario no es bueno para la piel"

No lo dice una cualquiera, lo dice una dermatóloga barcelonesa, y posiblemente tenga razón.

Inmediatamente me pregunto como he podido llegar casi a los setenta años sin parecerme en nada al "Paciente inglés".



En nuestra juventud, en aquella época en que España era el Pais de más "Limpieza espiritual" por aquello de ser "La Reserva Espiritual de Occidente", tambien lo era, (y parece que sigue manteniendo la fama, a pesar de los consejos de la dermatóloga), en la limpieza corporal.

Ya antes de inventarse la lavadora superautomatica para el lavado de ropa, existian duchas semiautomaticas para el lavado personal colectivo en internados, colegios cuarteles etc y en las que tras un mojado previo, cada uno procedia a enjabonarse completamente (algunos lo hacian con una pastilla de jabón Lagarto), bajo la atenta vigilancia de la monja, hemano de las escuelas cristianas etc o cabo o sargento, según los casos.

A continuación del enjabonado se pasaba por un estrecho y largisimo pasillo, serpenteante en algunos casos, y sin que se pudiera eludir en modo alguno los multiples chorros de agua caliente que salian por ambas paredes, techo y suelo y a la temperatura maxima soportable por el cuerpo humano.

Y estoy hablando de una época, en que según cuentan, una familia (posiblemente sajona) que procedia a enseñar a sus invitados su nueva casa (como era costumbre), y en la que ya llevaban un tiempo viviendo, al abrir una puerta dijeron "este es el cuarto de baño, que gracias a Dios todavía no hemos tenido necesidad de usarlo". 

En nuestro querido Pais, en Andalucia más concretamente, y hace poco mas de cincuenta años el que suscribe pudo comprobar con sus ojos como en el inventario de una vivienda, al detallar el cuarto de baño, y despues de mencionar bañera, lavabo y wc figuraba por escrito: "y un artefacto de porcelana de igual color, en forma de guitarra de uso desconocido". Bueno pues a pesar de todo eso... ¡eramos los más limpios!.

Volviendo a nuestra dermatóloga catalana recomienda textualmente: "pero a diario, únicamente nos tendriamos que lavar las partes malolientes (¡ Olerán mal las suyas !):

 axilas,


  zona intima


y pies.


Y para rizar el rizo dice que no hace falta usar jabón ni gel, ni nada de nada, bastan, repito textualmente " las gotitas que desprende el champú con que te estás lavando el cabello....."

Después añade que la ducha rápida y solo con agua fria (todavía mas rápida...) o tibia, para evitar desengrasarnos la piel.

Para colmo se le olvida aconsejar al menos cuando el enjabonado debe ser completo... 3, 2 ó  ¿Una vez a la semana es cosa sana?... ¿Una vez al mes poco es?.. o ¿Una vez al año, ni el ermitaño? como reza el viejo aforismo castellano para "otros menesteres".

Pobre señora como debe oler, seguro que encima se pone desodorante.... ¡con fragancia intensa!... menudos efluvios....

Más bien pobre marido, si es que lo conserva....



EL PRINCIPIO

Buena amanecida, con horizontes claros y cielo despejado.


Quiero comenzar a navegar por mi propio blog con la frase tan repetida en los Cuadernos de Bitácora de quienes hemos tenido la fortuna de surcar los mares a bordo buques, y muy especialmente en este velero que, dibujé hace ya casi medio siglo después de haber navegado en él siete meses y dos dias en compañia de más de un centenar de entrañables amigos y excelentes conpañeros y que seguimos en contacto y reuniendonos varias veces al año y recordando las anecdotas, aventuras y batallitas que ya no soportan hoy en día nuestros propios nietos.

Pocos años antes, cuando iniciamos nuestra común singladura y formación en la ENM, y posiblemente debido a mi incipiente sordera a causa de una explosión cercana y mi timbre de voz, algún compañero, no recuerdo quién, pero reconozco que acertadamente como suele ocurrir siempre con la agudeza e ingenio que caracterizaba al estudiante español, se le ocurrió ponerme como mote "el gaviota".


Al oirlo por primera vez generó en mi el natural cabreo que acrecentó en mi respuesta aún mayor volumen y timbre de  voz, justificando mas sobradamente lo acertado del mote, y generando durante unos pocos años la tipica "pescadilla que se muerde la cola".

Pasados tantos años, se diría que "casi" añoro el oir el mote. El caso es que ese recuerdo ha sido el origen y motivo de nombrar a este blog, que hoy comienza su andadura, con el nombre de "el gaviota jubilado".

Mi sobrina Ana Maria, que tan paciente y cariñosamente me ha ayudado a iniciarme en este blog y me miraba extrañada al ver el nombre que le ponía, seguro que se queda ahora más descansada y tranquila. Su tio Paco no tiene  demencia senil (toquemos madera, por ahora). Es..... ¡ el Gaviota ! .